jueves, 12 de febrero de 2009

LA SOMBRA DE LA INSEGURIDAD


Cada día nos hace daño el pensar que vamos a hacer victima de algún acto delictivo, el estrés y la ansiedad comienzan a presentarse afectando nuestra salud.
La inseguridad que se vive en nuestro país está provocando el deterioro de la convivencia social, alteraciones en nuestro sistema nervioso y depresión, ¿Por qué? Por el hecho de sentirnos solos frente a este problema que por años no se puede resolver.

Aún cuando no hayamos sido víctimas de la delincuencia, presentamos síntomas de intranquilidad y niveles de estrés porque nos sentimos vulnerables.

El miedo no es negativo cuand
o se usa para protegernos, pero sí cuando hace que los nervios nos traicionen.

NO TE QUEDES SIN DENUNCIAR
La mayoría de las víctimas de la delincuencia, no realizan la denuncia, quizá por miedo o porque ya no confían en la justicia. Debemos pensar positivamente actuar como una sociedad unida en contra de esta ola de violencia e inseguridad.

EMPIEZA A TOMAR MEDIDAS
-El dinero es tentador, evita llevar grandes cantidades de efectivo u objetos valiosos, en especial en aquellos días de pago, hoy en día cualquier hora es buena para ser asaltar.
-Si observas movimientos sospechosos como el de ser perseguido o ser asechado, comienza a moverte, dirígete a lugares con gran flujo de personas o acércate a la autoridad.
-Si eres víctima de un asalto, no te niegues a entregar tus cosas, los delincuentes suelen ser muy agresivos y poco tolerantes no los mires ni te hagas el valiente.
-Mantén las puertas de tu vehículo siempre cerradas, la estrategia que se está utilizando es el de colocarte un papel en la parte trasera de tu auto, no bajes a retirarlo puede ser una trampa mejor no dudes en salir del lugar , tendrás tiempo para quitar el papel más tarde.
-Cuando estés conduciendo y el semáforo este en rojo observa tu alrededor , los delincuentes suelen atacar por el lado del conductor.
-Evita andar a solas en lugares poco frecuentados y a horas en que ya no hay gente
-Si tienes la sospecha de que alguien quiere hacerte daño tarta de conservar la calma , toma distancia, si el supuesto delincuente se acerca muévete si continua asechando debes buscar un lugar para refugiarte o busca ayuda de policías.

Si no previniste y todos los puntos no fueron suficientes para evitar ser víctima de la delincuencia, es importante saber cómo reaccionar al caer en manos de los agresores. La regla numero uno siempre será conservar la calma, puede ser que con el miedo que se siente en ese momento bloquees tus emociones, te resistas a tus bienes y salgas herido.

Checa estas recomendaciones:
-El delincuente va con el único propósito de afectarte, lo mejor es colaborar con él o ella, deja que tome lo que busca, conserva la calma para que el agresor también la tenga ya que suelen tener un temperamento vulnerable, suelen actúan bajo estrés y están siempre ala defensiva.
-Quizá no puedas ver al asaltante, pero si tus alternativas de escape, recuerda que aunque este no te este apuntando con un arma puede ser que este la traiga consigo. Si piensas contraatacar, antes debes asegurarte de que puedes pelear contra él o ella y que tienes la posibilidad de escapar y pedir auxilio.
-Evita enfrentar físicamente y verbalmente, no hables ni des información más de la cuenta.
-Esta regla es de suma importancia; Ante cualquier situación recuerda que lo más importante es conservar la vida, aún cuando pierdas tu salario o cualquier bien de alto valor.

Estas medidas harán la diferencia entre tomar precaución y vivir con pánico permanente.

Por otra parte, quienes han sido víctimas de un hecho delictivo que les dejó un trauma, deben buscar ayuda para no quedarse en constante lucha con los sentimientos de enojo, culpa o depresión, característicos del proceso de duelo. Se sugiere buscar grupos de autoayuda para compartir las ideas, emociones y sentimientos; además reconocer y solicitar ayuda a un profesional cuando se considere necesario.

Saber diferenciar es necesario porque la sombra de la violencia afecta la salud mental no sólo de cada individuo, sino de toda la sociedad, lo que genera “distanciamiento, desconfianza y pérdida de los valores humanos”.

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